Taller de Fotografía “La otra mirada” | Semanario Análisis – Paraná Entre Ríos

Este taller estuvo dirigido durante tres días a chicos con capacidades diferentes. Fue dictado en forma gratuita por el fotógrafo Santiago Cavinato, de Buenos Aires, en el marco de una actividad organizada en forma articulada entre el Instituto Audiovisual de Entre Ríos y la Asociación Civil Foto Club Paraná. La experiencia marca un antecedente importante en la provincia para proyectos de este carácter y fue positiva en varios aspectos. Cavinato, que además presentó su muestra Dogmas Urbanos, contó en exclusiva a ANALISIS, su historia de vida. Padece una parálisis desde su nacimiento, que sin embargo no ha sido obstáculo para desarrollar una exigente labor profesional. Su objetivo es intentar mostrarle a los más chicos –que a pesar de cualquier dificultad físico- todo es posible.

El taller “La otra mirada”, se desarrolló desde el viernes hasta el domingo pasado, en la sede del Instituto Audiovisual de Entre Ríos (IAER). El objetivo principal fue abrir el mundo fotográfico a los participantes y mostrarles sus posibilidades creativas, cognitivas y estimulantes. De la mano de Santiago Cavinato, un ejemplo de vida, se hizo posible la transmisión de una valiosa experiencia para los más chicos.

“La primera experiencia puntual con la fotografía fue en la escuela secundaria, yo tengo una parálisis que afectó toda la parte derecha de mi cuerpo, que fue producto de una falta de oxígeno durante el parto. Así, empecé con psicólogos y terapeutas que me ayudaron a salir adelante. Cuando llegué a la escuela primaria tuve inconvenientes con mis compañeros, por supuesto, por ser diferente a los demás. Pero así y todo iba trabajando a la par con ellos, cuando llegué a la secundaria había una asignatura que era Fotografía y que se dictaba como salida laboral. La elegí para probar ya que en mi familia sacaban fotos y desde siempre me planteaba por qué yo no. El profesor que tenía me señaló que por el problema de mi parálisis me resultaría difícil sacar fotos, porque el disparador estaba del lado derecho, pero me hizo dar vuelta la cámara para poder trabajar, y así fuimos descubriendo cosas. En el mismo curso había laboratorio así que yo mismo fui descubriendo las fotos que era capaz de hacer. Eso fue un punto que me llevó a seguir adelante”, explicó Cavinato, durante un paréntesis en la clase del sábado.

“De allí en más el siguiente paso fue enseñarles a otros a sacar fotos. Voy a decir que es un poco difícil. Porque por ahora son pocas las experiencias que he tenido. Pero la idea es tratar de transmitir lo que uno puede hacer siendo discapacitado o con dificultades, transmitiendo el mensaje de que ellos lo pueden hacer también de alguna manera. El curso que yo doy se adapta a las capacidades distintas que tiene cada concurrente”, agregó este joven talentoso de 27 años. Esta experiencia ya la desarrolló en la ciudad de San Nicolás en la provincia de Buenos Aires en conjunto con Luciana del Mastro y la asociación APAC Coperanza (asociación especializada en el tratamiento de dificultades de aprendizaje).

En cuanto a la muestra fotográfica titulada Dogmas Urbanos, que se exhibe en uno de los salones del Instituto Audiovisual (Urquiza 831) es un trabajo sobre los devotos que van a la Iglesia de San Cayetano, y son imágenes tomadas en tiempos de la Argentina inmediata a la crisis del 2001, con corralito, saqueos y cambios de gobierno mediante. “La historia de esa muestra empieza en el secundario cuando yo cursaba aquel taller de fotografía. El profesor nos mandaba a hacer etapas de trabajos, sobre distintas temáticas: la parte periodística (manifestaciones en Plaza de Mayo), paisajes, objetos para promoción o publicidad, trabajar con modelos en estudios y exteriores y luego procesarlos en el laboratorio. Me costaba, yo pensaba que no iba a poder, estuve a punto de dejar, pero llegó el momento en que descubrí que la fotografía para mí es una forma de expresarme. Yo era una persona muy tímida, tan tímida que no podría haber hecho este reportaje, no hablaba ni con mi mamá, hasta ese punto, me daba miedo. La fotografía fue la manera de acercarme con la gente. Y ahora por ahí no hablo tanto pero me expreso en imágenes. Aquel fue el tiempo en que trabajé en la recopilación del material que terminó conformando esta muestra. Lo de San Cayetano fue como una manera de ver la fe de la gente en una época de plena crisis en el país. Ahora estoy trabajando en un proyecto nuevo que se llama Cielos Porteños”, comentó el fotógrafo oriundo de Buenos Aires.

“Esto ha sido una propuesta enriquecedora, la presencia y la enseñanza de Santiago de que a pesar de todo se puede hacer fotografía. Una verdadera experiencia que marca un primer paso y que nos alienta a seguir en este tipo de proyectos”, opinó Analía Guestrin, fotógrafa perteneciente al Foto Club Paraná, que colaboró con Cavinato en los tres días.

“Es que aprendimos todos con esta actividad, con este intercambio, lo vivimos como un desafío. En el marco de un balance positivo que hacemos sobre la actividad de la Asociación, concretada a lo largo de este año”, agregó Graciela Migliavacca, otra integrante del Foto Club, e hija del reconocido plástico entrerriano Carlos Migliavacca.

“El taller marca la continuidad de una línea de trabajo desde el Instituto Audiovisual, que es la inclusión social. La producción audiovisual como herramienta de esa inclusión, vista no como un fin sino como un medio. Si bien el IAER, como organismo del Estado, tiene como especificidad la realización audiovisual, no se debe circunscribir solamente a eso, por eso se implementa esta otra línea de trabajo. Y haciéndolo en forma articulada con entidades civiles no gubernamentales, como en este caso la Asociación Foto Club Paraná”, expresó Pablo Feuillade, director del Instituto Audiovisual.

“En este sentido, arrancamos con la propuesta de lo audiovisual como inclusión social el año pasado con un taller de capacitación en el Colegio Domingo Faustino Sarmiento, de La Paz. Que este año se está volviendo a realizar en ese lugar, coordinados por uno de sus profesores, Agustín Bruno. Y dos escuelas más pero en Paraná: Nuestra Señora de Guadalupe y Maestro Entrerriano, a lo que hay que sumar el taller de Cavinato, de este fin de semana”, agregó el director de este organismo que depende de la Subsecretaría de Cultura provincial. Primera experiencia

Otras historias de vida se pudieron descubrir gracias a este encuentro, no solo la de Cavinato. Oscar Schepens, de 17 años, va los talleres de la Escuela Melvin Jones y a la Escuela Privada Mundo Joven. Lautaro Cavigioli, tiene 12 años y va a la Escuela San Francisco de Asís. Ellos por ejemplo, tuvieron por primera vez la oportunidad de sacar sus propias fotos, con cámara profesional.

1º de octubre de 2007 – Nota: Claudio Cañete